Celebración de las Alfonsadas
Historia
En el año 1117, Alfonso I El Batallador inicia la campaña contra Zaragoza, con la ayuda de parientes como su cuñado Guillermo IX de Poitiers, Duque de Aquitania, y caballeros del Midi, en el Sur de Francia, además de navarros, aragoneses y de hombres de Vizcaya y Álava.
La ciudad de Zaragoza se entregó el 18 de diciembre de 1118.
Así pues el Batallador se proponía asediar Calatayud, sitiándola en el año 1119, pero tuvo que salir al encuentro de un ejército almorávide enviado por el emperador Alí Ben Yusuf, receloso de los éxitos del aragonés, como último intento de frenar el avance cristiano. La batalla tuvo lugar en Cutanda, a 50 kilómetros de Calatayud, el 17 de junio de 1120 y el triunfo cristiano fue rotundo. Acto seguido, como consecuencia de la victoria, el 24 de junio de 1120, se entregaban las ciudades de Calatayud y Daroca y la totalidad de los valles del Jalón y del Jiloca, quedando así abierta la ruta hacia el Levante y en concreto a Valencia.
En Calatayud existió un gran núcleo de resistencia de los árabes y esto obligó a pelear con grandes esfuerzos y peligros, y no hubo árabe que no perdiese la vida, libertad o la patria. La victoria fue tan prodigiosa que se atribuyó al divino socorro de San Jorge, y hacía él ha quedado la memoria y el agradecimiento de esta noble ciudad.
La Fiesta
Declarada Fiesta de Interés Turístico Regional por el Gobierno de Aragón desde 2012, Las Alfonsadas son una recreación histórica medieval de la Reconquista de Calatayud por el rey aragonés Alfonso I El Batallador en el año 1120.
Se celebran el fin de semana mas próximo al 24 de junio y la actividad se desarrolla por las calles bilbilitanas, convenientemente engalanadas para trasladarnos al medievo. El viernes por la tarde se abre el mercado y toman vida las haimas de las diferentes cofradías, congregaciones o gremios.
Cada haima y sus ocupantes se adaptan a las particularidades del nombre que adoptan, con las vestimentas y la decoración adecuada. Allí pasan sus horas en convivencia, comiendo, bebiendo y desarrollando sus propias actividades entre los actos oficiales de la fiesta. De hecho alguno de esos actos, entre los que hay conciertos, animaciones infantiles, concursos o conferencias sobre la época, parten de muchos de los grupos que se reúnen en estos espacios.
Actos Principales
La toma del castillo. El jueves, previo a las fiestas, se realiza un acto teatral nocturno en el Castillo Mayor. Cada año cuenta una historia diferente.
El viernes por la tarde y desde el balcon del antiguo consistorio, el Caballero o Dama de Honor lleva a cabo la lectura del Pregón que da inicio a Las Alfonsadas.
Viernes al anochecer: Capitulación de la ciudad al Rey Alfonso I El Batallador, en la plaza del Mercado. Desde el balcón del antiguo consistorio tiene lugar esta representación en la que el rey Alfonso I, mediante un emisario, solicita al gobernador almorávide de la ciudad que entregue la plaza sin condiciones, y decidirá lo mejor para la ciudad y sus habitantes. Entrando el rey en la ciudad con todas sus tropas, reclamando las llaves de la misma.
El sábado por la tarde, a continuación del desfile triunfal del rey y sus tropas, en el interior de la Iglesia de San Pedro de los Francos, tiene lugar una representación en la que se recrea la entrega de las llaves de la ciudad y posteriormente se firma el tratado de rendición y capitulación de los almorávides al rey Alfonso I, acompañado de sus más fieles nobles, quienes le juran lealtad y fidelidad y se comprometen a proteger y salvaguardar la ciudad de Calatayud del yugo infiel. A continuación el rey arma al caballero de honor de Las Alfonsadas, título que ostentará toda su vida.
Este es probablemente el acto mas hermoso y solemne de los festejos, dentro del marco incomparable que ofrece la iglesia de San Pedro de los Francos, erigida como muestra de agradecimiento del rey Alfonso a los francos de Bigorra que lo apoyaron en la conquista de Calatayud y posteriormente se establecieron en ella.
Una vez finalizado el acto el rey asiste, acompañado de los nobles, a la representación de la Boda Judía.
El domingo por la tarde tiene lugar la Lectura de los Fueros de Calatayud de 1131, representación en la que se procede a la lectura de los fueros que otorgó Alfonso I a Calatayud y que se constituyeron en una serie de leyes, derechos y privilegios legales que tenían como finalidad el incentivar la llegada de nuevos habitantes cristianos del norte de Aragón, repoblando así Calatayud. Con la concesión de dichos fueros, a mediados del siglo XII, llegaría a ser la segunda ciudad en importancia de Aragón y principal eje embrionario de la constitución de la comunidad de pueblos y aldeas Comunidad de Calatayud, institución recuperada recientemente con la denominación actual de Comunidad Comarca de Calatayud.