Ariza

Ariza

(Texto parcialmente reproducido de la obra Cultura popular de la Comunidad de Calatayud, escrita por José Ángel Urzay Barrios, y publicada en Calatayud por el Centro de Estudios Bilbilitanos y la Comarca Comunidad de Calatayud, en 2006.)

Ariza era conocida como La Puerta de Aragón por ser la primera localidad importante viniendo de Castilla por el antiguo camino real. Su nombre viene de Fariza, que significa La Posesión, según algunos arabistas. Su excelente situación estratégica propició que fuese importante nudo ferroviario, pues de Ariza partía la línea de tren hacia Valladolid, conectándose aquí con el ferrocarril Madrid-Barcelona. Alcanzó a principios del siglo pasado una relativa industrialización (fábricas de harinas, jabones, aguardientes, gaseosas, varias de baldosín y azulejos) y se convirtió en centro comercial de la zona, con fondas, posada y numerosos comercios en la plaza del Hortal y su entorno.

Aún pueden verse por lo alrededores de la población restos de este pasado industrial y comercial. La Pilota es el viejo depósito de agua para los trenes; La Maquinilla, que servía para elevar el agua hasta el depósito, ha sido restaurada y colocada a la vista de todos en un espacio ajardinado. El antiguo silo de trigo se eleva sobre las vías y los hangares de la estación.

Nada menos que dos ferias tenían como escenario Ariza: la feria de Nuestra Señora de las Mercedes en septiembre y la feria de Santa Catalina en noviembre, con abundante concurrencia de feriantes.

El castillo de Ariza, del que permanecen muy pocos restos, fue uno de los más importantes del reino de Aragón por su amplitud y sus sólidas defensas. Ahora sirve como soporte para las antenas de telefonía. Una estatua del Corazón de Jesús del año 1954 protege la población con sus brazos abiertos. Toda la cara norte del cerro está horadada por bodegas, unas abandonadas y otras restauradas, que recuerdan la importancia del viñedo en épocas pasadas.

Paseando por el casco viejo debajo del castillo, se descubren sugestivos rincones. La Puerta de la Villa formaba parte del recinto amurallado de la ciudad. Junto al Hospital Viejo sorprende agradablemente el arco del Hospital Viejo. Las calles Subida de la Mezquita y Bajada de la Mezquita marcan la ubicación del desaparecido templo musulmán. Atravesar a pie El Portegado, ahora cerrado al tráfico, sumerge al viandante por breves instantes en el ambiente de las viejas calles cubiertas.

La iglesia parroquial de Santa María la Real o de La Asunción es un templo tardogótico del siglo XVI con cabecera poligonal y tres naves, cubierto con crucería de bóveda estrellada. En su interior está el mausoleo de los marqueses de Ariza. Entre las capillas es forzoso mencionar la del Cristo de la Agonía, centro de religiosidad popular para los arizanos. Hubo una ermita del Santo Sepulcro en la calle del Collado, pegada a la iglesia, inaugurada en 1902, utilizada ahora como almacén parroquial.

La iglesia de San Pedro está cerrada al culto y corre peligro de derrumbamiento. Quien desee ver su altar mayor deberá acercarse hasta Letux, localidad Zaragoza a la que fue trasladado a cambio de una prometida restauración del templo que nunca llegó.

La arbolada plaza del Hortal es el centro vital de Ariza. En uno de sus extremos se encuentra el ayuntamiento y detrás el viejo edificio del cine Nica. El antiguo palacio de los marqueses de Ariza se ha reconvertido en un centro polivalente y cultural. Muy cerca está el convento de franciscanos, propiedad privada, durante muchos años almacén de grano.

El peirón de San Pascual Bailón, junto a la antigua carretera nacional, es un pilar estilizado, con basa de cemento y fuste de ladrillo caravista. Las baldosas que representan al santo de Torrehermosa están muy deterioradas. Muy cerca se puede ver la plaza de toros vieja y el frontón incrustado en ella. En el barrio del Vadillo, llamado también Arizuela, se levantan la nueva plaza de toros y la iglesia de San José reconvertida en almacén.

La ermita de la Virgen del Amparo está situada a dos kilómetros del pueblo, junto a la carretera de Cabolafuente. Es un pequeño edificio de planta rectangular de mampostería, construido en 1892, con un porche reciente que cubre la fachada de la entrada. Tiene un pequeño campanil. Junto a la fachada norte se instaló un pequeño podio, en el que se celebra la misa el día de la fiesta. La imagen es una talla de madera de tamaño natural con el niño en brazos. Ambos portan en la mano un pañuelo. La imagen policromada, probablemente del XIX, tallada en un tronco de árbol, es hueca por detrás, destinada a estar fija en un altar. Siempre lleva manto cuando es sacada en procesión.

El puente de los cinco ojos sobre el Jalón es una bella y antigua obra de piedra de sillería, ahora sólo peatonal. Aguas arriba sorprende el azud de Los Arenales, que desvía las aguas del río por la margen derecha. Ha sido siempre el escenario de juegos de los niños arizanos, que se bañaban allí y se deslizaban por el muro de piedra, utilizado como esbarizaculos.

Por la margen izquierda del río, la acequia del Molinar salva los barrancos que desaguan en el Jalón mediante excelentes acueductos, llamados canales, entre los que destacan los del barranco de Carramonteagudo, el de Pijuar y, sobre todo, el de Carraembid, éste último de cinco arcos y un sifón de piedra que le precede.

El extenso término de Ariza ofrece bastantes puntos de interés. En el extremo del pinar de repoblación que forma una extensa mancha verde, se encuentra el paraje de El Ardal, lugar para el recreo y las acampadas. Una pequeña fuente brinda un chorrillo de agua junto al barranco.

Otro paraje de gran belleza es el Paso del Gato, una zona de arcillas rojizas erosionadas.

Los manantiales del término tienen nombres tan sugerentes como Fuente La Pimpirinela, Fuente del Pez, Fuente Pernota, Fuente Amarga, Fuente La Esteba, Fuente El Ceñajo, Fuente La Chaparra y El Pozo del Pinchón, éste último ya en Cabolafuente, que nace formando un pozo profundo. La leyenda cuenta que a este pozo cayo una yunta de bueyes o una mula con su carro, que tanto da, desapareciendo en él y yendo a parar al mar.

Además, diseminados por el término, quedan navajos, pozos de aguar, parideras, colmenares y restos de caleras.

La tradición musical de Ariza es constatable desde hace décadas. Con algunos intervalos en el tiempo la rondalla de Ariza se mantiene viva. Se disolvió la banda de música La Constante, pero fue creada una nueva. La banda del Alto Jalón, fundada en 1993, agrupa a las bandas de Ariza y Alhama que tocan juntas o separadamente.