Arte Románico en la Comarca Comunidad de Calatayud (1120 - 1230, románico de repoblación)
El románico se desarrolló en Europa durante los siglos XI y XII manteniéndose en España hasta bien entrado el siglo XIII. Al naciente reino de Aragón llegó por los Pirineos, por Navarra y por la cercana Cataluña que había sido más precoz asimilando esta corriente artística, si bien con el devenir de los años la influencia vendría de tierras castellanoleonesas en las que había evolucionado de forma distinta.
Se podrían establecer unas características generales, aunque siempre con sus peculiaridades, para definir la arquitectura románica: bóvedas de cañón, arcos de medio punto, escasez de vanos, ábsides semicirculares y plantas de cruz latina canónicamente orientadas hacia el este.
Tras la conquista de Calatayud en 1120 algunas mezquitas se reconvirtieron en iglesias, en nuestra ciudad sirven de ejemplo San Juan de Vallupié y Santa María la Mayor, pero además se crearon otros templos de nueva planta. Por la bula del Papa Lucio III (1182) sabemos que se habían consagrado en la Comunidad de Aldeas sesenta iglesias parroquiales, pudiendo suponer que en muchos casos se construirían según el estilo imperante en la época, que tendría en estas tierras influencias aragonesas (pirenaicas), seguntinas (al pertenecer algunas villas a la diócesis de Sigüenza) y castellanas (debido, sobre todo, a la dependencia de algunas aldeas, como Cimballa, y el monasterio de San Benito de Calatayud, del de San Salvador de Oña).
Al ser el nuestro territorio de frontera hubo gran inseguridad constructiva y además el románico, estilo usado hasta comienzos del siglo XIII, sufrió importantes pérdidas durante la guerra de los dos Pedros que afectó mucho en la segunda mitad de la centuria siguiente. Si añadimos a esto reformas posteriores, cambios de gustos y las sucesivas contiendas que dejaron su huella en la comarca, son escasos los ejemplos de templos íntegramente románicos que subsisten, aunque contamos con interesantes restos dignos de ser recordados. Los ejemplos más destacados los podemos encontrar en las iglesias de la Asunción de Embid de Ariza, la Asunción de Monreal de Ariza, San Miguel de Llumes y en los restos románicos del Monasterio de Piedra. En lo civil los castillos de Somet y de Berdejo podrían ser incluidos en este estilo.

En cuanto a los bienes muebles pocos son los que han llegado hasta nosotros. Además de algunas pilas bautismales, destacan un Crucificado, ya muy tardío, que se conserva en el museo de la colegiata de Santa María en Calatayud, y varias imágenes sedentes de la Virgen, algunas ya correspondientes al siglo XIII que mantienen la tipología de las kiriotisas del románico pero son góticas.
Tampoco hay que olvidar las ermitas, en algunos casos templos de antiguos poblados, que contaban con espacios de oración donde todavía permanecen importantes restos sueltos, muebles e inmuebles, incluso notables edificios como la ermita de la Trinidad en el despoblado de Vadillo cerca de Villarroya de la Sierra.
En este espacio se ha pretendido elaborar una relación exhaustiva de los elementos más destacados del románico de la Comarca Comunidad de Calatayud, siendo conscientes de que puede haber nuevos hallazgos o nuevas interpretaciones.
Aluenda

Abanto

Berdejo


Bijuesca

Calatayud





Castejón de las Armas
Cimballa

Clarés de Ribota
Embid de Ariza

Huérmeda

Llumes


Malanquilla
Monasterio de Piedra. Nuévalos
Monreal De Ariza
Monterde

Morata de Jiloca
Munébrega
Nuévalos

Pozuel de Ariza

Ruesca
Sediles
Torralba de Ribota

Torrijo de la Cañada
Villalengua

Villarroya de la Sierra
Más información: El Románico de repoblación en el arcediano de Calatayud: Identificación de restos materiales, revisión cronológica, documental e historiográfica. Herbert González Zymla, Diego Prieto López. X Encuentro de Estudios Bilbilitanos. Centro de Estudios Bilbilitanos de la Institución Fernando el Católico. 2020. Vol. I.