Contamina

Contamina

(Texto parcialmente reproducido de la obra Cultura popular de la Comunidad de Calatayud, escrita por José Ángel Urzay Barrios, y publicada en Calatayud por el Centro de Estudios Bilbilitanos y la Comarca Comunidad de Calatayud, en 2006.)

Contamina siempre ha sido una pequeña localidad situada en el camino real junto a la vega del Jalón, muy cerca de Alhama. La pequeña iglesia de San Bartolomé, barroca con bóveda de lunetos en su interior, es el monumento más destacable. En la plaza se mantiene en pie un buen frontón de mampostería de 1923 y un peirón de ladrillo, que también es fuente, rematado en un farol. Hubo un peirón de San Gregorio del que nada queda.

La ganadería de Ramón Morente Arcos, que desapareció después de la guerra civil, estaba en los prados de La Dehesa y disponía de casa para el vaquero, cuadras y otras instalaciones. Criaban vacas lecheras y también toros y vaquillas, que llevaban a todos los pueblos de la comarca e incluso hasta la zona de Belchite y Cariñena para preparar toros embolados, andando por cañadas y acompañados de los mansos. La temporada iba aproximadamente desde mayo hasta El Pilar, llegando a vender algunos años hasta ciento cincuenta reses.

Además, gracias a sus excelentes prados, se había organizado un vicera de vacas para todos los vecinos, que suponía una excelente fuente de ingresos, pues vendían leche a las termas de Alhama, elaboraban queso y criaban terneros. En los últimos años la entregaban a centrales lecheras. También había vicera de cabras, para obtener leche, queso y cabritos.

Contamina nos evoca la paz y tranquilidad de los pueblos pequeños, habitada por gente tan apacible y acogedora que hace unos años adoptaron un pobre entre todos, al que cuidaron, dándole comida y alojamiento. Situada entre dos grandes localidades, Cetina y Alhama, sus festejos han tenido siempre un carácter sencillo y popular, plenamente lúdico.